Trump exporta su guerra y su influencia a América Latina

Desde hace más de dos meses la presencia naval norteamericana en aguas cercanas a Venezuela y Colombia tensiona la región. Ahora se suma la presencia de su portaaviones más poderoso y de un submarino, la última invasión estadounidense fue en Panamá en 1989 para derrocar a Manuel Noriega, la historia vuelve a repetirse.

                                                                                                               Fotografía de redes sociales

La invasión a Panamá

La excusa principal para la invasión estadounidense en Panamá en 1989, llamada Operación Causa Justa, fue la necesidad de derrocar al general Manuel Noriega, ex colaborador de la CIA, quien por ese entonces proclamaba la necesidad de recuperar el canal de Panamá para su país.

La excusa para la invasión fue la protección y la integridad del Tratado del Canal de Panamá, apoyar el proceso democrático y la lucha contra el narcotráfico.

Pasaron 35 años y, casi con las mismas excusas, Trump prepara su invasión a Venezuela, las operaciones militares en el mar caribeño han hundido más de 15 lanchas supuestamente que transportaban droga y provocaron la muerte de 65 personas.

Hay que resaltar que la palabra “supuestamente” cobra una magnitud significativa, porque sin un proceso judicial  y sobre todo sin pruebas materiales, se procede a aplicar la pena capital. Según el derecho internacional a esta metodología se la clasifica como ejecuciones extrajudiciales.

Lo único que vemos es a través de los videos que difunde la administración Trump, una lancha navegando por el mar y segundos después una explosión.  El mismo grado de impunidad que hace unos 20 años atrás cometían las Fuerzas Armadas Colombianas, asesoradas por los EE.UU, con los “Falsos Positivos”.

Bajo este nombre, la prensa colombiana denominaba a las ejecuciones, producidas por el ejército colombiano a los civiles no beligerantes haciéndolos pasar por bajas en combate en la lucha contra la narcoguerrilla.

La influencia de Trump

Cumbre de las Américas

La República Dominicana acaba de suspender la X Cumbre de las Américas, su presidente Luis Abinader justificó la medida debido al “contexto actual” por el despliegue militar norteamericano en el caribe.

Los organizadores informaron que harán nuevas consultas sobre la fecha e indicaron que "ampliarán el diálogo" para incluir a los nuevos gobiernos "democráticamente electos que surjan".

Venezuela, Cuba y Nicaragua (los enemigos de Trump) ya habían sido excluidos para esta edición, como ocurrió en la anterior, por considerarlos "regímenes dictatoriales". México y Colombia declinaron su asistencia en rechazo a esta medida.

Pero nadie dice nada con respecto a excluir también a El Salvador que desde hace varios años vive bajo el “Régimen de Excepción”, por el cual se limitan los derechos constitucionales de sus habitantes.

Organizaciones de derechos humanos de El Salvador han denunciado ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) 530 casos de torturas, homicidios y desapariciones.

Antes de abandonar el país debido a la persecución del régimen de Bukele la organización evangélica Cristosal denunció la grave situación que atraviesa el país en materia de violaciones a los derechos humanos.

Tampoco se menciona la situación que atraviesa el Perú, derrocamiento de su presidente Pedro Castillo a los 17 meses del inicio de su mandato, luego destituido por el Congreso, reemplazado por Dina Boluarte, en una sesión sin quórum, nuevamente derrocada el pasado 10 de octubre y reemplazada por José Jeri. Es el octavo presidente en menos de una década. Pero para la “Cumbre” el Perú no atraviesa una situación de régimen dictatoriales.

 La CELAC

La CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños) es un mecanismo de diálogo político y concertación regional que busca la integración y el desarrollo de América Latina y el Caribe. Esta organización no es bien vista por la administración norteamericana, porque se la considera como una OEA sin Estados Unidos.

El próximo encuentro está programado para este 9 y 10 de noviembre en Colombia, en el marco de la IV Cumbre CELAC-UE. con los líderes de los 33 países de la CELAC y los 27 Estados miembros de la Unión Europea.

Pero, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von Der Leyen; el canciller alemán, Friedrich Merz; y el presidente francés, Emmanuel Macron anunciaron que no asistirán a la cumbre, es más. Merz esta de visita esta semana en Brasil para participar en la Cumbre de Líderes sobre el Clima en Belém, pero al finalizar la reunión partirá directamente a Alemania. Estas ausencias se producen para no irritar a Trump y evitar las consecuencias de su política arancelaria hacia los productos que importa EE.UU. provenientes de Europa 

Tanto la presencia norteamericana en el mar caribeño, como la suspensión de la Cumbre de las Américas o la no participación de los principales líderes europeos en Colombia son indicadores de la influencia norteamericana en la región, sin omitir naturalmente, las amenazas de Trump para la Argentina en caso que Javier Milei perdiera las elecciones.

En la era del Trumpismo, todo vale, menos el derecho internacional y la soberanía de los pueblos.

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